“El origen del suicidio es multifactorial, pero se debe también reconocer que hay adolescentes más vulnerables, en cuya vida los juegos macabros que se ofrecen por internet pueden interferir gravemente”. Con contundencia describió la situación generada por “La ballena azul” la psicopedagoga Silvia Bono, que en estos días estuvo hablando con alumnos sobre cómo protegerse de este peligro.
“Los adolescentes, en general, están en una etapa de vulnerabilidad. Pero no todos actuarán de la misma manera ante un reto para autolesionarse y llegar a quitarse la vida. Los que ante diferentes problemas tienen capacidad de pensar y reflexionar están más protegidos. Son más frágiles aquellos que tienen un estado anímico débil, los que son impulsivos, los que buscan llamar la atención y castigar a otra persona”, detalló. A la hora de aconsejar a padres, docentes y otros adultos, dijo: “basta de preocuparse, de buscar espacios de diálogo. Hay que ocuparse. Hablo de intervenir, involucrarse en lo que están haciendo nuestros hijos y guiarlos”.
“Los adolescentes nos están enviando todo el tiempo mensajes que los adultos pareciera que no queremos escuchar. No puede ser que lleguen a matarse con un juego para seguir el cual han estado 50 días haciendo cosas que no sabíamos. No podemos negar la realidad, decir a mi hijo no le va a pasar... porque vamos a llegar tarde”, advirtió.